En una decisión que podría tener repercusiones significativas en la lucha contra el crimen organizado en América Latina, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la clasificación de varias organizaciones criminales como terroristas.
Entre los grupos incluidos en la lista se encuentran el Clan del Golfo de Colombia, el Tren de Aragua de Venezuela y la Mara Salvatrucha (MS-13), según informó el diario The New York Times.
Medida enmarcada en política de seguridad: La designación de estas estructuras delictivas como organizaciones terroristas responde a un decreto emitido durante la administración de Donald Trump, con el propósito de endurecer las acciones contra redes criminales que operan en múltiples países.
La nueva categorización permitirá a Estados Unidos aumentar su presión sobre estos grupos, imponer sanciones más severas y coordinar con países aliados en la región estrategias para combatir su influencia.
El Clan del Golfo: el nuevo grupo terrorista, según los EE.UU.
El Clan del Golfo, considerado el grupo narcotraficante más grande de Colombia, ha expandido sus operaciones en varias regiones del país y se ha convertido en uno de los principales exportadores de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.
Su líder, Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, fue capturado en octubre de 2021 y extraditado a Estados Unidos, aunque su estructura criminal continúa activa con nuevos cabecillas al mando.
Por otro lado, el Tren de Aragua, originado en Venezuela, ha consolidado su presencia en diversas naciones de Sudamérica, con actividades que incluyen extorsión, tráfico de drogas, secuestros y trata de personas. Su expansión ha generado preocupación en países como Colombia, Perú y Chile, donde han sido identificadas células operativas.
En cuanto a la Mara Salvatrucha, una de las pandillas más violentas de Centroamérica, su designación como grupo terrorista refuerza la postura de Estados Unidos en su lucha contra las bandas criminales transnacionales que han sido responsables de miles de homicidios en El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
Impacto en la seguridad y cooperación internacional: Esta decisión de Washington podría fortalecer la cooperación con los gobiernos de la región en materia de inteligencia, extradiciones y control financiero sobre las actividades ilícitas de estas organizaciones.
En el caso de Colombia, la designación del Clan del Golfo como grupo terrorista podría significar un mayor apoyo de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, incluyendo asistencia técnica y mayores recursos para combatir a esta estructura criminal.
El gobierno colombiano ha expresado su compromiso con la erradicación de estas organizaciones, aunque ha señalado la complejidad del problema debido a su relación con economías ilegales y redes de corrupción.
La decisión de Estados Unidos también podría influir en las negociaciones que actualmente sostiene el gobierno de Gustavo Petro con ciertos grupos armados en el país.
Para Venezuela, la inclusión del Tren de Aragua en la lista de terroristas representa un nuevo desafío en sus relaciones con Washington.
El régimen de Nicolás Maduro ha negado en varias ocasiones la existencia de esta organización en el país, a pesar de los informes de inteligencia que indican su fuerte presencia en centros penitenciarios y su expansión a otros territorios.
Posibles consecuencias: Especialistas en seguridad advierten que esta medida podría generar respuestas violentas de estos grupos, que podrían intensificar sus ataques contra fuerzas de seguridad y población civil en los países donde operan.
Asimismo, se espera que la designación aumente la presión sobre los sistemas financieros utilizados por estas organizaciones para lavar dinero y financiar sus actividades ilícitas.
En el ámbito político, la decisión del gobierno estadounidense podría ser utilizada como un argumento en las discusiones sobre la política migratoria, dado que muchos miembros de estos grupos han sido identificados en flujos migratorios hacia Estados Unidos.
Además, la clasificación como organizaciones terroristas podría facilitar la extradición de miembros de estas estructuras que sean capturados en otros países.
Panorama general: Con esta designación, el Departamento de Estado refuerza su política de combate al crimen organizado transnacional, una estrategia que ha sido aplicada en distintas administraciones presidenciales de EE.UU.
Si bien la medida puede representar un avance en la lucha contra estas estructuras, expertos advierten que la cooperación regional y el fortalecimiento de las instituciones de seguridad de cada país serán determinantes para lograr resultados efectivos.
Por ahora, se espera que las autoridades de Colombia, Venezuela y otros países de la región respondan a esta declaración y definan estrategias para enfrentar el impacto que pueda tener en sus territorios.
Entretanto, el Clan del Golfo, el Tren de Aragua y la MS-13 seguirán en la mira de la comunidad internacional como amenazas a la seguridad hemisférica.
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