Humo blanco en el Vaticano que confirma que Habemus Papam tras dos jornadas de Cónclave en el Vaticano.
Sobre las 11:10 am (hora de Colombia) se conoció esta noticia que tenía alerta a todo el mundo. A partir del humo blanco se esperan 40 o 50 minutos para presentar al Cardenal que ahora se convierte en Papa de la Iglesia Católica.
¡HAY NUEVO PAPA EN LA IGLESIA CATÓLICA!
Así fue la fumata blanca en la chimenea de la Capilla Sixtina que confirma la elección que hicieron los cardenales. pic.twitter.com/xhpbBIUjfj
— 360 Radio (@360RadioCo) May 8, 2025
El cónclave que anunció que Habemus Papam
El cónclave 2025 comenzó oficialmente el 7 de mayo, tal como anunció el Vaticano días atrás. Esta fecha cumplió con la normativa canónica que estipula unos 15 días de plazo desde la vacante de la sede papal para iniciar la elección (ampliable hasta 20 días si fuera necesario).
Desde la muerte de Francisco, el Colegio Cardenalicio celebró reuniones preparatorias (congregaciones generales) en las que organizó el funeral, rezó los novendiales –nueve días de luto– y fijó la fecha del cónclave. Con todos los purpurados ya en Roma, llegó el momento de encerrarse a puerta cerrada en la Capilla Sixtina para la votación secreta que dará a la Iglesia su 267.º Papa.
El miércoles 7 de mayo por la mañana se dio inicio a los ritos del cónclave con una misa especial “Pro eligendo Pontifice” en la Basílica de San Pedro. La liturgia fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, deán del Colegio Cardenalicio, quien en su homilía instó a sus hermanos a actuar con unidad y discernimiento.
El propio Re pidió a los electores elegir “al papa que la humanidad necesita”, subrayando la responsabilidad del momento. Finalizada la misa, a las 16:15 (hora local) los 133 cardenales electores –todos menores de 80 años, tal como exige la ley de la Iglesia– entraron en procesión a la Capilla Sixtina entonando el himno Veni Creator Spiritus.
Una vez dentro, se dio la tradicional orden de “Extra omnes” para que abandonasen el recinto todas las personas ajenas al proceso, tras lo cual las puertas fueron cerradas con llave. Comenzaba así el hermético cónclave, un procedimiento milenario pero vigente, cuyo desarrollo solo es comunicado al exterior mediante señales de humo.
Después de las oraciones iniciales, los cardenales procedieron a la primera votación en la tarde del miércoles. Como era previsible, ningún candidato alcanzó de inmediato la mayoría cualificada de dos tercios (es decir, al menos 89 votos de los 133) requerida para ser elegido Pontífice.
Al anochecer, aproximadamente a las 19:00 hora local, la chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina emitió una densa columna de humo negro, la fumata negra que indicó al mundo la falta de consenso en este primer día de votaciones.
La señal, aunque esperada –ningún cónclave ha elegido Papa en el primer escrutinio desde hace más de un siglo–, generó suspenso entre la multitud congregada en la Plaza de San Pedro. Unas 50.000 personas se habían reunido bajo la lluvia en la plaza vaticana siguiendo con la vista la pequeña chimenea; la tardanza de la fumata (que salió más de una hora después de lo previsto) acrecentó la ansiedad de los presentes.
Confirmada la fumata negra, los cardenales suspendieron la sesión y regresaron a la cercana residencia de Santa Marta para pasar la noche. La primera jornada concluyó sin “Habemus Papam”, por lo que el cónclave avanzó a una nueva fase al día siguiente.
La mañana del jueves 8 de mayo el cónclave se reanudó a las 9:00 con oración de Laudes en la Capilla Sixtina, seguida de otras dos rondas de votación. Hacia el mediodía, nuevamente humo negro salió de la chimenea vaticana, señal de que tampoco en los votos matutinos se logró un acuerdo.
Para ese momento, los cardenales habían efectuado ya tres votaciones en total (una el miércoles y dos el jueves) sin que ningún nombre obtuviese los 89 sufragios necesarios. Conforme al protocolo, las papeletas de los dos escrutinios de la mañana se quemaron juntas, produciendo esta fumata negra cerca de las 12:00.
Tras el almuerzo y un breve descanso en Santa Marta, los purpurados se disponen a realizar hasta dos votaciones más por la tarde, en busca de destrabar el resultado. Si nuevamente nadie alcanzase la mayoría de dos tercios, se verá otra fumata negra alrededor de las 19:00; en cambio, si se elige al Papa en alguna de esas votaciones, el humo blanco aparecerá de inmediato (posiblemente incluso hacia las 17:00, tras el primer escrutinio vespertino).