América Latina atraviesa una etapa de contrastes políticos. El panorama actual muestra un equilibrio casi milimétrico entre gobiernos de izquierda y de derecha, con algunos matices al centro que reflejan la diversidad de proyectos y realidades en el continente.
Mapa ideológico de América Latina: equilibrio entre izquierda y derecha en 2025
En el bloque de izquierda se mantienen figuras como Lula da Silva en Brasil, Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro en Colombia, Miguel Díaz-Canel en Cuba, Claudia Sheinbaum en México, Xiomara Castro en Honduras, Daniel Ortega en Nicaragua, Nicolás Maduro en Venezuela y Yamandú Orsi en Uruguay. Estos gobiernos, aunque comparten una orientación progresista, difieren en sus modelos: mientras algunos impulsan agendas sociales y ambientales con enfoque democrático, otros mantienen estructuras más centralizadas y autoritarias.
En el otro extremo, la derecha ha consolidado su presencia con líderes como Javier Milei en Argentina, Daniel Noboa en Ecuador, Rodrigo Chaves en Costa Rica, Santiago Peña en Paraguay y José Raúl Mulino en Panamá. Estos mandatarios representan corrientes diversas dentro del conservadurismo, que van desde el liberalismo económico radical hasta posturas más tradicionales en lo social y religioso.

En el centro político se ubican proyectos que intentan equilibrar ambas corrientes. Bernardo Arévalo de León en Guatemala y Nayib Bukele en El Salvador encarnan visiones pragmáticas, con enfoques distintos: el primero con una agenda anticorrupción y de reconstrucción democrática; el segundo, con un modelo autoritario respaldado por altos niveles de popularidad. En esta misma línea, José Jerí en Perú y Rodrigo Paz en Bolivia representan nuevas expresiones de liderazgo que buscan posicionarse en un terreno intermedio.
La República Dominicana, bajo el mandato de Luis Abinader, también mantiene una posición más moderada dentro del espectro, combinando políticas de apertura económica con programas sociales.
Pese a la aparente división entre izquierda y derecha, el mapa revela una región donde las etiquetas ideológicas ya no son absolutas. Las realidades nacionales, los contextos económicos y las demandas sociales han generado gobiernos híbridos, capaces de combinar medidas progresistas con políticas de mercado o, por el contrario, de derecha con enfoques populistas.
En definitiva, América Latina se encuentra en un punto de inflexión: una región en constante movimiento donde la ideología sigue marcando diferencias, pero ya no determina por completo el rumbo político de sus países.
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