«Las empresas que entienden la sostenibilidad como modelo de negocio están creciendo»: Hernando López – SGS

La sostenibilidad en Colombia ya no es un asunto accesorio: es el nuevo motor de crecimiento empresarial y la llave para abrir mercados internacionales más exigentes.

Hablar de sostenibilidad en Colombia dejó de ser un tema accesorio o una campaña publicitaria. Cada vez más compañías entienden que se trata de un modelo de negocio estratégico, capaz de aumentar ingresos, mejorar la competitividad y abrir puertas en mercados que hoy pagan más por productos responsables con el medio ambiente.

Ese fue el mensaje que compartió Hernando López, gerente de la Unidad de Negocio de Medio Ambiente para Colombia, Centroamérica y Caribe de SGS, en conversación con 360 Radio durante el oro de Sostenibilidad Empresarial Colombo-Suizo Swisstainability 2025. Con más de 20 años de experiencia en el sector, López insiste en que la sostenibilidad está dejando de ser un discurso para convertirse en práctica real.

“La sostenibilidad no es un área de la compañía ni un cargo. Es una estrategia, un modelo de negocio. Las empresas que lo entienden están creciendo más rápido que sus competidores”, explicó.

«Cuando una compañía ofrece un producto con menor huella de carbono, menor consumo hídrico, menos residuos o que es orgánico, encuentra oportunidades en mercados europeos o asiáticos, donde los clientes están dispuestos a pagar más por calidad y sostenibilidad. Esto genera crecimiento, productividad y eficiencia», dijo.

Además agregó que si, por ejemplo, una empresa tiene un sistema de tratamiento de aguas residuales o controla sus emisiones de aire, no solo cumple una norma: reduce costos, evita ineficiencias y mejora su competitividad. Al final, la sostenibilidad se traduce en posicionamiento, valor agregado y diferenciación.

Sostenibilidad empresarial

Sostenibilidad: de la regulación a la oportunidad de negocio

En un contexto marcado por nuevas exigencias internacionales como el Pacto Verde Europeo, la sostenibilidad se ha convertido en un requisito para competir globalmente. Pero, para López, el verdadero valor no está solo en cumplir normas, sino en aprovechar ventajas.

“Cuando una empresa ofrece un producto con menor huella de carbono, menor consumo hídrico o menos residuos, accede a mercados europeos y asiáticos donde la calidad sostenible tiene más valor”, señaló.

Aunque el camino parece claro, el experto reconoce que en Colombia todavía existen vacíos. Más que temor, dice, lo que persiste es el desconocimiento. “Mientras el país lleva más de 60 años formando ingenieros de petróleos o médicos, las carreras de ingeniería ambiental apenas tienen una década. Eso refleja que todavía es un mercado en construcción”, comentó.

Esa falta de preparación ha llevado a que muchas empresas hagan esfuerzos aislados, inversiones sin estrategia o campañas de marketing sin sustento. Allí aparece el fenómeno del greenwashing, cuando las compañías se presentan como sostenibles sin métricas reales.

“Hay marcas que se autodenominan sostenibles, pero ¿bajo qué óptica, bajo qué métrica, comparadas con quién? La sostenibilidad necesita ser evaluada por terceros para que sea objetiva y creíble”, advirtió.

Un negocio que crece diez veces más rápido

Más allá del discurso, las cifras son reveladoras. En SGS, asegura López, la sostenibilidad ya representa un tercio de los ingresos en Colombia. Y la proyección es ambiciosa: alcanzar el 50% en 2027. “En los últimos ocho años, esta línea de negocio ha crecido diez veces. No es solo una buena práctica, es una fuente de ingresos y competitividad”, destacó.

El fenómeno no es exclusivo de SGS. Según el gerente, sectores como el agrícola, el de alimentos y el de bebidas también han visto crecimientos acelerados al incorporar prácticas sostenibles. La conclusión es clara: las compañías que entienden la sostenibilidad como estrategia empresarial tienen hoy una ventaja frente a aquellas que todavía la ven como una moda o una obligación normativa.

Un futuro inevitable

Para López, el camino hacia la sostenibilidad en Colombia es inevitable. La presión de los mercados, la conciencia de los consumidores y la necesidad de reducir ineficiencias lo convierten en un asunto que ya no admite excusas.

“La sostenibilidad es un tema del corazón y del alma, pero también profundamente estratégico y de negocios. Quien la entienda así no solo sobrevivirá, sino que crecerá más rápido”, concluyó.

En un país que todavía enfrenta rezagos en materia ambiental, la sostenibilidad emerge como el nuevo idioma de los negocios. Las empresas que no lo aprendan pronto corren el riesgo de quedarse atrás en un mundo que exige responsabilidad, eficiencia y visión a largo plazo.

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