¿Las razones detrás del Paro Minero 2025 en Boyacá y hasta cuándo irá?

La protesta, convocada por pequeños y medianos productores de carbón, reclama el pago de deudas millonarias, alivios tributarios y reglas claras para la transición energética.

El Paro Minero 2025 en Boyacá estalló a pocos días de las celebraciones de agosto y amenaza con paralizar la producción carbonífera, el transporte y la generación eléctrica en gran parte del departamento.

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La protesta, convocada por pequeños y medianos productores de carbón, reclama el pago de deudas millonarias, alivios tributarios y reglas claras para la transición energética. Mientras los bloqueos y marchas iniciaron este 4 de agosto, autoridades locales y nacionales buscan un punto de encuentro que evite un paro indefinido.

¿Qué detonó el Paro Minero 2025 en Boyacá?

Lista de vías bloqueadas hoy 4 agosto por Paro Minero en Boyacá 2025
Foto: Redes sociales

El conflicto tiene tres motores principales. Primero, Generación Energética S. A. —Gensa— adeuda más de 26 000 millones de pesos a 35 empresas y cooperativas por carbón entregado desde enero de 2025, un retraso que asfixia la liquidez del sector.

Segundo, el nuevo IVA del 29 % sobre el carbón y otros gravámenes incluidos en la reforma tributaria del Gobierno Petro dispararon los costos de producción.

Tercero, los mineros exigen revisar la metodología de regalías y bajar inmediatamente las tarifas actuales, que consideran impagables en un contexto de precios internacionales a la baja.

A estos factores se suma la percepción de “estigmatización” del carbón por parte del Ejecutivo y la incertidumbre sobre el futuro de Termopaipa, la principal termoeléctrica de la región. Durante un consejo de seguridad, la Alcaldía de Paipa reconoció que los bloqueos podrían afectar la movilidad en los corredores Briceño-Tunja-Sogamoso y la llegada de insumos básicos.

Impacto económico y social en la región

El carbón genera más de 1.000 empleos directos y miles de indirectos en la provincia de Tundama; su parálisis implicaría pérdidas diarias cercanas a los 2 000 millones de pesos, según cálculos de los gremios. Además, la deuda de Gensa ya provocó retrasos en el pago de nóminas y compromete la compra de insumos básicos para la extracción.

El paro también pondría a prueba la infraestructura vial: las tarifas de los peajes Roble, Tuta y Albarracín —11 800 pesos para vehículos livianos y hasta 48 900 para camiones de seis ejes— encarecen la logística y aumentan la presión sobre los transportistas que abastecen a los municipios mineros.

Un bloqueo prolongado en estos puntos dejaría sin combustible a por lo menos diez municipios, como ocurrió con el paro campesino de 2024.

¿Qué dice el Gobierno y hasta cuándo podría durar la protesta?

Redes representante Luis Carlos Ochoa.

El Ministerio del Interior convocó una mesa de concertación el 2 de agosto con Hacienda, Corpoboyacá y la Gobernación para destrabar la crisis; sin embargo, los mineros se levantaron del diálogo tras la ausencia de viceministros y confirmaron que mantendrán el paro del 4 de agosto.

La vocera Yaneth Fonseca advirtió que la movilización será “indefinida” hasta que exista un cronograma de pagos y un alivio tributario concreto.

El Gobierno ha reiterado su disposición al diálogo y propone escalonar la deuda de Gensa y revisar los tributos vía decreto, pero evita comprometerse con fechas exactas.

Experiencias previas muestran que un paro minero nacional en 2024 se levantó tras cinco días cuando se lograron acuerdos parciales sobre formalización y transporte. Si las partes replican ese modelo, la protesta actual podría resolverse en una semana; no obstante, los líderes locales insisten en que esta vez no habrá tregua sin desembolsos inmediatos.

En marzo de 2025, sindicatos y la CUT marcharon para exigir garantías laborales en Termopaipa; aunque esa protesta fue pacífica, dejó ver el creciente malestar frente a la transición energética.

El Paro Minero 2025 en Boyacá se alimenta de ese acumulado de frustraciones, pero también del precedente de octubre de 2024, cuando la combinación de bloqueos campesinos y mineros obligó al Ejecutivo a firmar un acuerdo en tiempo récord para evitar el desabastecimiento de alimentos y combustibles.

El Paro Minero 2025 en Boyacá combina una crisis de liquidez, cargas fiscales y un conflicto de narrativa sobre la transición energética. Su duración dependerá de que el Gobierno concrete un plan de pagos a corto plazo y trace una hoja de ruta para la descarbonización que incluya alternativas productivas para las comunidades.

Mientras tanto, la región se prepara para días de tensión en las vías y un posible desabastecimiento, recordatorio de la urgente necesidad de políticas minero-energéticas concertadas y sostenibles.

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Foto: Redes sociales
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