El pasado sábado 30 de diciembre, el presidente Gustavo Petro en una alocución presidencial hizo un balance de lo que fue el 2023 con sus aciertos y sus errores.
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Entre las declaraciones más destacadas, se incluye la afirmación de que, a partir de enero de 2024, no habrá aumentos en el costo de la gasolina, a menos que haya variaciones en el mercado global.
Además, aseguró que se continuará con el subsidio al precio del ACPM. También se anunció la implementación de una reforma a la legislación de servicios públicos, con el objetivo de eliminar la fórmula que posibilita la especulación en las tarifas de energía. Asimismo, se adelantó la intención de llevar a cabo una reforma en la ley de minería.
Destacó como uno de los éxitos el control de la inflación, que ha logrado mantenerse en un solo dígito a pesar de los altos costos de la energía y la gasolina, los cuales inciden directamente en dicho índice.
Asimismo, reiteró su respaldo a las reformas sociales en curso en el Congreso de la República. Expresó su satisfacción por la recuperación del sector turístico a pesar de las adversidades del último año. Destacó que a partir del próximo año se iniciará de manera gradual la ejecución de la educación pública gratuita en el país.
Abordó el tema de la transición energética y reafirmó su compromiso con la promoción de una política orientada hacia la adopción de fuentes de energía más limpias. Sin embargo, subrayó la necesidad imperativa de regular las tarifas de energía eléctrica para alcanzar este objetivo, proponiendo la eliminación de los elementos especulativos presentes en la fórmula tarifaria.
Admitió que la problemática de la inseguridad ha experimentado un aumento a nivel nacional, impactando no solo en las áreas urbanas más grandes, sino en todo el territorio del país.
El presidente Gustavo Petro también explicó que a lo largo del año 2023, el aumento en el precio de los alimentos se limitó al 5,5%, una cifra considerablemente inferior al incremento promedio de la tasa de inflación y al alza en los salarios mínimos y los ingresos de la mayoría de los ciudadanos colombianos. Este logro, según el mandatario, ha contribuido de manera significativa a la disminución de la crisis alimentaria en el país.
Petro destacó la efectividad del programa Renta Ciudadana, que proporciona a las madres cabeza de hogar con hijos menores un subsidio equivalente a la mitad del salario mínimo.
Anunció planes para el próximo año que incluyen la implementación de dispensarios de alimentos, que distribuirán «bienestarina» con sabores regionalizados en las áreas del país con estratificación 1, como parte de un esfuerzo más amplio para erradicar el hambre en Colombia.
En relación con la pobreza monetaria, Petro compartió indicadores preliminares positivos, anticipando que las estadísticas oficiales se conocerán en el próximo año. Señaló que, a diferencia del año anterior, donde la inflación afectaba más a los pobres que a los ricos, en el 2022 todos los segmentos económicos experimentaron tasas más bajas.
Sorprendentemente, esta vez la inflación impactó más a los más ricos y menos a los pobres, con la población pobre proyectada para cerrar con una tasa de crecimiento de precios del 8%, lo que, según el presidente, contribuirá a la reducción de los niveles de pobreza en el país.
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