El expresidente Álvaro Uribe Vélez recibió una histórica condena por parte de la justicia colombiana. El fallo, que establece una pena de 144 meses de prisión domiciliaria por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal, marca un antes y un después en su trayectoria política. A las 2:00 p. m. se conocerán oficialmente los detalles.
Esta es la primera vez que un expresidente del país es declarado penalmente responsable por una conducta dolosa, lo que ha generado una ola de reacciones políticas, jurídicas y ciudadanas. Aunque Uribe no irá a la cárcel, pues se le otorgó prisión domiciliaria, el impacto simbólico y legal de la condena es profundo.
Álvaro Uribe ha sido una de las figuras políticas más influyentes y polémicas de las últimas dos décadas en Colombia. Comenzó su vida pública como director de la Aeronáutica Civil y alcalde de Medellín, pero su protagonismo nacional creció al ser gobernador de Antioquia entre 1995 y 1997, cargo en el que consolidó su imagen como defensor del orden y la seguridad.
En 2002 llegó a la Presidencia con una agenda de mano dura contra las FARC y fue reelegido en 2006 tras una reforma constitucional. Su gobierno fue alabado por algunos sectores por mejorar la seguridad, pero también criticado por escándalos como el de los falsos positivos y las interceptaciones ilegales del DAS.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez habría sido condenado a 12 años de prisión por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal.
Sobre las 2:00 pm se conocerán los detalles de esta decisión. https://t.co/xsgBjyipCt pic.twitter.com/a7Xey9qqKx
— 360 Radio (@360RadioCo) August 1, 2025
Tras dejar el poder en 2010, fundó el partido Centro Democrático, desde donde impulsó la candidatura presidencial de Iván Duque en 2018. Además, fue elegido senador en 2014, posición desde la que lideró la oposición al proceso de paz con las FARC. A pesar de los escándalos y las investigaciones judiciales, Uribe mantuvo una base sólida de apoyo político y popular.
¿Puede Álvaro Uribe seguir haciendo política tras su condena?
No. Álvaro Uribe no podrá ejercer ningún cargo público ni aspirar a elecciones durante más de ocho años.
Esta es una de las sanciones más contundentes del fallo: además de la prisión domiciliaria, se le impuso una inhabilitación para ejercer funciones públicas por 100 meses y 20 días, como sanción principal. Es decir, Uribe queda excluido formalmente de la vida política institucional hasta, al menos, 2034.
Esto significa que no podrá ser elegido ni designado como senador, alcalde, presidente, gobernador, embajador ni ocupar ningún cargo estatal de libre nombramiento. La sanción solo entrará en vigencia una vez la sentencia quede en firme, es decir, después de que se resuelvan los recursos legales que pueda interponer su defensa.
¿Qué dice exactamente la sentencia sobre la inhabilitación?
El fallo es contundente. En su segundo punto, la jueza dicta:
“Condénese a Álvaro Uribe Vélez […] a la pena principal de 144 meses de prisión […] e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas, como sanción principal, de 100 meses y 20 días”.
Además, se concede el beneficio de prisión domiciliaria, por lo que Uribe deberá cumplir la condena en su residencia en Rionegro, Antioquia, bajo control del Inpec y del sistema judicial, previa presentación de una caución equivalente a cuatro salarios mínimos mensuales vigentes.
¿Qué sigue para el uribismo?
Aunque Uribe no podrá ejercer legalmente funciones públicas, su papel como figura simbólica del uribismo aún no ha terminado. Voces como las de María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, podrían asumir la bandera de su movimiento, aunque sin el peso que representa el propio expresidente.
Esta condena marca un antes y un después: el líder que dominó la política colombiana por dos décadas ya no podrá participar institucionalmente en ella. Su futuro político ahora dependerá no de los votos, sino de los tiempos judiciales.