Refinería de Cartagena avanza en transición energética con proyecto solar de gran escala

La Refinería de Cartagena puso en marcha la primera fase de su granja solar, alcanzando una producción equivalente al consumo anual de 2.200 hogares en Colombia.

La Refinería de Cartagena completó la primera fase de implementación de su granja solar, un proyecto que ya produjo 4,4 gigavatios hora de energía limpia, cantidad equivalente al suministro anual de más de 2.200 hogares colombianos. La planta, que entró en funcionamiento en 2024, cuenta con 40.146 paneles solares distribuidos en un terreno de 19,9 hectáreas, y hoy abastece la operación de las 34 unidades de producción de la refinería.

El anuncio se da en un contexto en el que la industria energética enfrenta el reto de reducir su dependencia de los combustibles fósiles y responder a la presión global por acelerar la transición energética. En ese camino, la Refinería de Cartagena se convierte en un referente para el país al demostrar que las grandes industrias pueden avanzar hacia la descarbonización sin detener sus procesos productivos.

“Desde Ecopetrol estamos comprometidos con la transición energética. Con esta granja solar, nuestra refinería diversifica su sistema eléctrico y reduce emisiones de gases de efecto invernadero”, explicó Ernesto Gómez, gerente general de la Refinería de Cartagena, al presentar los resultados de esta primera fase.

Granja solar de la Refinería de Cartagena

La apuesta por la energía solar no es simbólica. Solo en los últimos cinco meses, la refinería redujo 427 toneladas de emisiones de CO2e, una cifra que equivale a evitar que 160 automóviles circulen durante un año. Se trata de un paso importante dentro de la estrategia de descarbonización que Ecopetrol trazó como horizonte para sus operaciones en Colombia y en el continente.

Una hoja de ruta hacia la sostenibilidad

El proyecto no se detendrá aquí. La Refinería de Cartagena ya proyecta una segunda etapa que incluirá adecuaciones tecnológicas para operar con un sistema inteligente y remoto. Según Ecopetrol, la meta es completar la instalación hacia finales de 2025, lo que permitirá poner en marcha toda la capacidad de la granja solar y alcanzar un suministro de hasta 34,4 gigavatios hora al año. Esta cifra equivale al consumo de energía de aproximadamente 18.200 viviendas en el país.

Más allá de las cifras, el avance representa un cambio de fondo en la manera en que opera una de las instalaciones industriales más importantes de Colombia. La Refinería de Cartagena, que históricamente ha sido vista como un emblema de la producción de hidrocarburos, empieza a consolidarse también como un actor de peso en la transición hacia fuentes renovables.

El giro hacia energías limpias responde a un debate cada vez más presente en el país: cómo garantizar el crecimiento económico y la seguridad energética mientras se cumplen los compromisos ambientales. La iniciativa en Cartagena muestra que las refinerías, lejos de ser solo símbolos de dependencia fósil, pueden transformarse en espacios de innovación energética.

La Refinería de Cartagena no solo juega un papel estratégico en el abastecimiento de combustibles para Colombia, sino que ahora se suma al esfuerzo nacional por diversificar la matriz energética. Este paso cobra relevancia en un momento en que el país enfrenta tensiones por la intermitencia de las hidroeléctricas, la necesidad de integrar más energías renovables y la urgencia de reducir las emisiones de gases contaminantes.

En la Costa Caribe, la instalación de la granja solar tiene también un impacto regional: dinamiza la cadena de proveedores, promueve la innovación tecnológica y envía un mensaje claro sobre el futuro energético de Colombia. No se trata de un cambio aislado, sino de una transición que conecta a la industria local con las metas globales de sostenibilidad.

Expertos del sector energético señalan que proyectos como este podrían convertirse en modelos replicables en otras industrias intensivas en consumo energético, desde el cemento hasta el acero. La Refinería de Cartagena marca un precedente en el que la eficiencia energética y la responsabilidad ambiental van de la mano.

Lo que viene para Ecopetrol y la Refinería de Cartagena

Si bien los resultados son positivos, la compañía aún enfrenta el reto de escalar estas iniciativas y de integrarlas en un sistema energético nacional que sigue dependiendo en gran medida del petróleo y el gas. El proyecto en Cartagena abre la puerta a discusiones sobre hasta qué punto las refinerías pueden diversificarse sin comprometer su rol tradicional en la economía.

Por ahora, la primera fase de la granja solar ya deja en claro que la transición es posible. La Refinería de Cartagena se posiciona como un laboratorio de innovación energética que no solo beneficia a la empresa y a la región, sino que aporta a la meta nacional de reducir emisiones y avanzar hacia una economía baja en carbono.

Con esta apuesta, Ecopetrol envía un mensaje al mercado y a la opinión pública: la transición energética no es un discurso lejano, sino una realidad que empieza a materializarse en los terrenos soleados de Cartagena.

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