Sorprendentemente, el principal culpable no es el automóvil a gasolina, como muchos podrían pensar, sino los cruceros de largas trayectorias y los aviones que realizan viajes internacionales.
Este es el top de los transportes más contaminantes:
- Crucero: 250 g de CO2
- Avión: 245 g
- Auto diésel: 171 g
- Auto gasolina: 170 g
- Vuelo de media distancia: 151 g
- Vuelo de larga distancia: 147 g
- Motocicleta: 113 g
- Autobús: 96 g
- Auto híbrido: 62 g
- Auto eléctrico: 47 g
¿Por qué los cruceros son los mayores contaminantes?
El estudio destaca que los cruceros encabezan la lista debido al uso de fueloil pesado como principal combustible. Este material, según Euronews, contiene altos niveles de sustancias químicas como azufre y nitrógeno, conocidas por su impacto nocivo tanto en el medio ambiente como en la salud de los ecosistemas marinos. Además, su consistencia espesa aumenta los riesgos en caso de derrames.
Estos gigantes del mar no solo emiten cantidades significativas de CO2, sino que también generan contaminación acústica y química que afecta a la biodiversidad marina. A pesar de las promesas de sostenibilidad en la industria del turismo, los cruceros representan un desafío pendiente para las políticas globales de cuidado ambiental.
Los aviones ocupan el segundo lugar, con emisiones de 245 gramos de CO2 por pasajero por kilómetro, especialmente en vuelos de corta y media distancia. Por otro lado, los automóviles diésel y gasolina, tradicionales villanos en los debates ambientales, ocupan el tercer y cuarto lugar respectivamente, destacando la necesidad de transitar hacia opciones más sostenibles.
En el extremo opuesto del listado, los autos eléctricos emergen como una alternativa menos contaminante, produciendo solo 47 gramos de CO2 por pasajero por kilómetro. Sin embargo, el informe también subraya que su impacto ambiental depende del método de generación eléctrica en cada región.
Este análisis llega en un momento crucial, cuando las consecuencias del cambio climático son cada vez más evidentes. La atención global debe dirigirse hacia la transición a medios de transporte más sostenibles y la regulación de industrias altamente contaminantes.
Empresas de cruceros y aerolíneas enfrentan la presión de innovar y adoptar prácticas más responsables, mientras los gobiernos son llamados a reforzar políticas públicas que prioricen el cuidado del medio ambiente.
Aunque los automóviles siguen siendo foco de críticas, es fundamental que la atención se redirija hacia los verdaderos gigantes contaminantes, como los cruceros y los aviones.
Solo mediante una acción colectiva e inmediata será posible mitigar el impacto ambiental de los principales responsables del transporte en el mundo. gasolina, pero, como ya se mostró en el ranking, son vehículos que también contaminan.