El Gobierno Nacional ha anunciado el plan para la construcción o reparación de las vías férreas del país. Sin embargo, la administración ha decidido priorizar cinco proyectos específicos que totalizan $60 billones, marcando un cambio significativo en la política de infraestructura nacional. En las últimas tres décadas, Colombia ha visto una transformación notable en su red vial gracias a la inversión masiva en obras públicas y proyectos 4G, que han sido fundamentales para el desarrollo económico y la integración regional.
El Gobierno Nacional anuncia ambicioso plan ferroviario
La ministra de Transporte, María Constanza García, ha subrayado que la distribución de los recursos ha estado históricamente centrada en el área del altiplano, dejando de lado otras regiones y modos de transporte cruciales. «Es hora de diversificar nuestra inversión y garantizar que todas las regiones del país estén conectadas de manera eficiente y sostenible», declaró García en una reciente rueda de prensa.
Este nuevo enfoque no solo busca mejorar la infraestructura vial, sino que también pretende integrar alternativas de transporte menos contaminantes. El Gobierno ha establecido la meta de estructurar y adjudicar 1.817 kilómetros de la red férrea en el próximo cuatrienio, con la ambición de mitigar aproximadamente 2 millones de toneladas de CO2 en el sector y reducir el costo logístico en un 11.5%.
La propuesta incluye seis proyectos en fase de estructuración y más de 2.200 kilómetros adicionales que están en análisis. Entre los proyectos destacados se encuentran:
– Titumate – Darién: valorado en $26 billones
– Tren del Pacífico: con un costo estimado de $69 billones.
– Corredor Yumbo – Caimalito y Ramal Zarzal – Tebaida: por un total de $0.9 billones
– Villavicencio-Puerto Gaitán: por $19 billones.
– Tren del Catatumbo (Ardanuy – Steer): proyectado en $22 billones.
– Corredor Bogotá – Corredor Férreo Central (Epypsa y Progin): con un costo de $18.5 billones.
En total, el Gobierno ha identificado ocho proyectos prioritarios, con una inversión total superior a los $115 billones.
La estrategia ferroviaria también contempla una inversión significativa en proyectos urbanos y regionales, que ascendería a $62 billones, cofinanciados por diversas entidades. Este ambicioso plan tiene el potencial de impactar a seis departamentos y crear aproximadamente 600 kilómetros de nueva vía férrea, lo que facilitaría una mejor conectividad entre las principales ciudades y centros de producción del país.
La inversión en estos proyectos se llevará a cabo en tres fases, comenzando con una inversión inicial de $2.1 billones en la Fase 0, que incluye el corredor Bogotá – Belencito (228 km) y el corredor Yumbo – Caimanito. La Fase 1, que representará una inversión de $39.24 billones, abarca dos Asociaciones Público-Privadas (APP), entre las que se destacan el corredor La Caro – Corredor Férreo Central y el trayecto Buenaventura – Palmira. Finalmente, la fase 2 estima una inversión de $19 billones para el corredor Villavicencio – Puerto Gaitán.
El Gobierno también ha manifestado su intención de reactivar el batallón de ‘ferrocarrileros’, un grupo del Ejército que se encargará de ayudar en la implementación y supervisión de estos proyectos. Hasta la fecha, ya se han adjudicado contratos por un total de $220.000 millones, destinados a mejorar los corredores Bogotá-Belencito y el Pacífico, que ha estado en estado de abandono desde el año pasado.
La ambiciosa inversión en el transporte férreo pone de relieve un compromiso por parte del Gobierno de Colombia para avanzar hacia un sistema de transporte más diversificado y sostenible, lo que podría sentar las bases para un futuro más conectado y menos dependiente de las carreteras. Con la atención mundial cada vez más centrada en la sostenibilidad, este proyecto puede posicionar a Colombia como un líder en innovación en infraestructura en la región.