El Turismo es un sector que viene siendo fuente de desarrollo en el continente, la región y Bogotá

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Turismo: Este contenido hace parte de nuestra sexta edición de 360 Revista. Cada año, nuestro medio de comunicación realiza una publicación impresa con la compilación de los hechos más relevantes del año que culmina y con proyecciones de expertos para el que nos espera.


Por: Karol Fajardo Mariño, Directora de IDT

Tradicionalmente y desde una mirada rápida de cualquier transeúnte, se cree que el turismo solo impacta a los grandes empresarios que de una u otra forma se benefician de los costos de alojamiento, pagos de paquetes turísticos y oferta de servicios complementarios a la estancia del viajero.

No obstante, la realidad y más con la llegada de la pandemia es muy diferente; el cambio de comportamiento de consumo en los turistas, viajeros y visitantes impacta favorablemente la experiencia de las comunidades receptoras y descentraliza y democratiza la generación de ingresos en los diferentes actores de la cadena de valor y sectores conexos. 

Sumado al cambio y los nuevos intereses de tener experiencias inolvidables en los destinos de acogida; está el que los destinos siguen siendo integrados por todo un ecosistema cultural, medioambiental, de infraestructuras y amoblamientos urbanos que deben ser aún asequibles y amigables con el residente y claramente con el turista. Finalmente está el factor fundamental del uso de tecnología; que de ninguna manera reemplaza la experiencia en el destino, pero que sí reorienta y facilita los procesos decisorios frente a la escogencia de una u otra opción y favorece la interacción del turista con el destino.

Ahora bien, la necesidad de ser competitivos con toda esta mezcla de factores hace que los destinos requieran evolucionar sus modelos de gestión, que faciliten la articulación entre los diferentes actores, generen sinergia frente a la consolidación de encadenamientos productivos entre los grandes operadores y los pequeños proveedores de servicios complementarios, que promuevan el desarrollo sostenible de las comunidades de origen y  generen un modelo gana-gana en donde los actores se benefician proporcionalmente al aporte que realizan, a los procesos de calidad y al mejoramiento continuo en la satisfacción del turista.

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Todos estos elementos generan un interés particular en desarrollar modelos que permitan la gestión integral del destino, articulando la gobernanza del mismo con los factores que deciden en la satisfacción de las experiencias inolvidables, la tecnología, la accesibilidad, la innovación y la sostenibilidad.

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Es así que desde 2012, el gobierno de España identificando al turismo como un factor decisivo del desarrollo del país en el contexto europeo y mundial, se propuso formular y poner a prueba el modelo de Destino Turístico Inteligente -DTI-, como método que medie las variables antes mencionadas y se constituya en una herramienta de competitividad que favorezca primero que todo, la calidad vida de los residentes y que del mismo modo favorezca la experiencia del turista.

En el caso de Bogotá y luego de año y medio de gestión institucional enmarcado en el Plan de Desarrollo Distrital de “Un Nuevo Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del Siglo XXI”; habiendo trabajado en el inicio de la formulación de Política Pública Distrital de Turismo, en la definición el Sistema Distrital de turismo, en la definición de la estrategia de turismo sostenible para Bogotá y la articulación del sector en procesos estratégicos del ciudad como el POT, la formulación de PEMP, la consolidación del Consejo Consultivo Distrital de Turismo  y otras herramientas de administración pública .

Era necesario incorporar un elemento integrador y de gobernanza que propiciara la participación de todos los actores del destino, más allá de los netamente turísticos, como movilidad, tecnologías de la información, ambiente, seguridad, integración social, entre otros, y entrar a la elaboración de un diagnóstico del estado del arte del sector en la ciudad y su inclusión en la gestión de la ciudad y lo más importante, que formule hojas de ruta integrales y permanentes frente a la forma en que se deben articular los actores y las acciones de cara al beneficio del ciudadano y a la facilitación de experiencias inolvidables a los turistas y visitantes.

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Foto: Prensa IDT

Pensando en ese modelo de articulación y en la competitividad sectorial es que el Instituto Distrital de Turismo -IDT- después de un análisis de distintas voces tales como las de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Foro Económico Mundial, la Organización Mundial del Turismo, el Consejo Global de Turismo Sostenible, el Banco Interamericano de Desarrollo, entre muchos otros que reconocen el modelo de Destino Turístico Inteligente (DTI) como la tendencia hacia donde se orienta la Gestión Integral de los destinos mundiales, frente a los nuevos retos en el cumplimiento de ODS y acciones concretas de recuperación del sector después de la pandemia.

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El IDT inicia el trabajo de implementar el modelo de Destino Turístico Inteligente después de estar funcionando en más de 218 destinos del mundo y por primera vez en nuestra ciudad en un destino de más de siete millones de habitantes y con las complejidades propias de una metrópoli como Bogotá en el contexto latinoamericano.

En ese proceso se prepara para ser medido en más de 262 requisitos, 96 indicadores y 5 ejes que constituyen el núcleo del modelo; la gobernanza, la sostenibilidad, la innovación, la tecnología y la accesibilidad todas en función de la articulación de las autoridades de la ciudad y la interacción entre actores públicos y privados en torno al sector. 

Adicional como elemento importante, vale la pena rescatar que, en Colombia, Medellín viene adelantando el mismo proceso fundamentado principalmente en factores similares de búsqueda de la competitividad, de la integración de esfuerzos frente al sector y la generación de planes, programas y proyectos que redunden en su fortalecimiento y en la generación de valor para el desarrollo económico local, regional y nacional. 

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En este esfuerzo y haciendo un llamado a más regiones a integrarse y unirse para trabajar conjuntamente, las dos ciudades firmaron un memorando de entendimiento entre las autoridades de turismo que consolida este propósito, refuerza y fortalece la gestión y beneficia los destinos, sus ciudadanos con un objetivo firme de dejar en el turista el sabor de una experiencia valiosa, e irrepetible.

En este sentido, tener a las dos ciudades trabajando en torno a un modelo de las características del DTI, favorece enormemente el intercambio de soluciones, el desarrollo de propuestas conjuntas frente al mercado internacional en la atracción de eventos y actividades, el aumento de ingresos provenientes de la visita de nacionales y extranjeros, pero lo más importante, el fortalecimiento de las capacidades locales y regionales dadas las sinergias entre dos destinos turísticos de talla mundial como Medellín y Bogotá.

Invitando a que otros destinos afronten estos nuevos retos para atender la evolución necesaria de los modelos de gestión pública, a través de la implementación de esta u otras metodologías que permitan recuperar, catapultar y escalar la competitividad del sector turístico del país en el mediano y el largo plazo.

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