El presidente Gustavo Petro volvió a referirse a Ecopetrol con un mensaje que generó debate nacional. Según el mandatario, la rentabilidad de la empresa está en riesgo por las dinámicas del mercado internacional.
“Ecopetrol deja de ser rentable si baja el precio internacional del petróleo a menos de 50 dólares el barril”, afirmó Petro, advirtiendo que la transición energética global desplaza a Colombia y Venezuela en beneficio de países árabes con producción de crudos livianos.
También reiteró su rechazo al fracking: “El fracking no es ninguna solución, pues solo saca más petróleo pesado que el mercado va a rechazar por su precio. Pero en cambio entregamos mucha agua valiosísima en su estado líquido”, señaló.
En línea con su discurso ambiental, lanzó una de sus propuestas más polémicas: “Lo mejor es la inversión pública y privada en energías limpias, Ecopetrol debería vender su campo en Texas, para invertir en energías limpias en Colombia.”
¿Qué pasaría con Ecopetrol si se aplica la idea de Petro?
La apuesta de transformar a Ecopetrol en “Ecoenergía”, quizá otro nombre, despierta dudas en el ámbito económico y político. Petro sostuvo: “Colombia necesita una Ecopetrol convertida en Ecoenergía, que sería gran exportadora mundial de energías limpias. Ya comenzamos.”

Expertos alertan que vender activos estratégicos en Estados Unidos sería un error en un contexto de volatilidad cambiaria. Más aún cuando el propio Petro insiste en que “hay que desligar el precio o tarifa de la energía del precio del gas y el petróleo internacional”, una declaración que, aunque ambiciosa, carece de explicación técnica sobre cómo sostener las finanzas públicas sin ingresos petroleros.
Ecopetrol en la transición energética
El presidente defendió que el camino está en la exportación de energías limpias: “La solución es pasar ya a exportar energías limpias, ISA debe asumir su responsabilidad y prioridad en la interconexión eléctrica con Panamá, Venezuela y Ecuador.”
A pesar de ese planteamiento, Ecopetrol ya tiene en marcha proyectos de hidrógeno, biocombustibles y energía solar. La diferencia es que la compañía lo hace de manera gradual y con visión de rentabilidad, sin renunciar al petróleo, que sigue siendo la base de la economía nacional.
El riesgo de aplicar la propuesta presidencial de forma radical sería debilitar a Ecopetrol antes de que las energías renovables puedan reemplazar sus ingresos.
Riesgos económicos y políticos de la apuesta de Petro
Petro ha calificado la insistencia en petróleo y carbón como un suicidio: “Insistir en el petróleo y el carbón es un suicidio económico nacional porque destruye empleo. Y es un suicidio colectivo mundial, literal.”
Sin embargo, sus palabras contrastan con la dependencia actual de Colombia de los hidrocarburos. Hoy, las exportaciones de crudo y el músculo financiero de Ecopetrol sostienen gran parte del presupuesto nacional.
El presidente aseguró que su política ya demuestra resultados: “Mi gobierno demostró que con menos estímulo al petróleo, menos demanda mundial por petróleo y carbón colombiano, nos da más puestos de trabajo en la agricultura y la industria.” No obstante, la evidencia de esos supuestos empleos aún no convence a todos los sectores.
En conclusión, Petro plantea un viraje de alto riesgo para Ecopetrol: vender activos estratégicos, rebautizarla como “Ecoenergía” y abandonar progresivamente el petróleo. La pregunta es si Colombia está preparada para soportar las consecuencias fiscales, sociales y económicas de semejante apuesta.