En la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, COP16, que se desarrolla en Cali, líderes empresariales y del sector financiero analizaron los desafíos y avances en la integración de la biodiversidad en el sector productivo.
Representantes de compañías como Carvajal, Manuelita, Nutresa y Biointropic debatieron sobre el papel fundamental que la biodiversidad juega en sus operaciones y en el impulso de prácticas sostenibles que protejan el entorno natural, en un evento que subrayó la urgencia de fomentar la bioeconomía y el financiamiento de proyectos sostenibles en las MiPymes.
El panel de Seguros Bolívar en la COP16
Durante el panel organizado por Seguros Bolívar, el sector empresarial reafirmó la necesidad de promover prácticas que integren la biodiversidad en sus estrategias de negocio, desde la sostenibilidad de recursos hídricos hasta la creación de economías circulares que aprovechan los residuos como nuevas fuentes de producción.
Catalina Giraldo, de la Organización Carvajal, destacó cómo la biodiversidad impacta todas sus operaciones, resaltando la importancia de contar con un entorno saludable para una operación sustentable.
Giraldo afirmó: “No puede existir una empresa sana en un entorno enfermo”, subrayando que la compañía ha invertido en la restauración de cuencas en el Cauca para garantizar tanto el suministro de agua como la calidad de vida de las comunidades.
Por su parte, Harold Eder, presidente de Manuelita, explicó el enfoque de la compañía en el manejo sostenible del agua, a través de tecnologías de riego por goteo y la restauración de cuencas en el marco de su programa “Agua por la Vida”, con una inversión de más de 16 millones de dólares.
Eder subrayó cómo esta estrategia no solo apoya la biodiversidad, sino que también asegura la sostenibilidad de su negocio, reduciendo el impacto ambiental y garantizando un suministro estable de agua.
Retos y oportunidades en el camino hacia la sostenibilidad
Las empresas enfrentan el reto de fortalecer la colaboración entre sectores y desarrollar portafolios financieros que apoyen iniciativas de bioeconomía, en especial para las MiPymes que dependen de recursos naturales.
María Adelaida Arango, del Grupo Nutresa, mencionó el rol de las alianzas para impulsar proyectos sostenibles, como la sustitución de cultivos ilícitos en conjunto con el gobierno colombiano, donde actualmente se promueven cultivos alternativos de cacao.
El sector agroindustrial también destacó las oportunidades que ofrece la economía circular en el aprovechamiento de residuos. Biointropic, por ejemplo, ha desarrollado iniciativas que convierten desechos de la agroindustria en biomateriales, con aplicaciones tan innovadoras como el uso de microalgas para capturar CO₂ y generar energía.
Claudia Betancur, directora de Biointropic, expuso cómo la bioeconomía puede aprovechar incluso residuos como la cáscara del huevo, transformándolos en componentes como el ácido hialurónico, evidenciando el potencial para revalorizar los desechos.
La COP16 también sirvió como plataforma para mostrar cómo se están aprovechando otros residuos industriales, como el salvado de trigo y la borra de café, para crear productos que impulsan la sostenibilidad. El salvado de trigo, por ejemplo, es transformado en cucharas comestibles comercializadas por empresas como El Corral, y la borra de café se ha convertido en un agente retenedor de agua en cultivos de café bajo la marca Acuacoffee.
El evento concluyó con un llamado a la acción: no dejar que los compromisos se queden en el marco de la COP16. Andrea Pradilla, directora de GRI para América Latina, mencionó la importancia de la meta 15 del Marco Mundial de la Diversidad Biológica Kunming-Montreal, la cual insta a las empresas a realizar un seguimiento continuo de sus impactos y dependencias de la biodiversidad.
“El estándar GRI101 es un buen camino para entender cómo hacerlo y divulgarlo, apoyando el cumplimiento de los objetivos mundiales de biodiversidad con miras a 2050”, destacó Pradilla.
La COP16 dejó claro que el sector empresarial en Colombia y la región latinoamericana debe actuar de manera más contundente para integrar la biodiversidad en sus operaciones.