Hay hechos tan contundentes que no permiten tener múltiples interpretaciones; no hay espacio a la ambigüedad, y como hechos fácticos, hay que aceptarlos e interpretarlos, no para quererlos acomodar, sino interpretarlos para poder satisfacer o responder a esos mandatos, a las expresiones que las personas han tenido.
Y en este caso, fue cuando en las urnas la inmensa ciudadanía de Medellín le dijo no más al modelo de gobierno que estaba teniendo, y como medio de comunicación, interpretamos que ese fue el mensaje, porque se eligieron a las personas que hicieron campaña con base en atacar, cuestionar, investigar, denunciar y toda la clase de acciones que se pueda mencionar en contra de la administración de Daniel Quintero, y eso no es un secreto, nosotros no lo estamos inventando.
La gente, al tomar esa elección con estas personas, esperaba que el desarrollo del nuevo gobierno y del nuevo concejo hubiese sido abiertamente contrario a lo que fue la administración de Daniel Quintero. Y en este caso, nosotros como medio de comunicación vemos que la administración municipal sí ha tomado una distancia y ha hecho unas denuncias y ha hecho acciones para no solamente separarse sino marcar un antes y un después de esa administración.
Pero eso no ha pasado con el Concejo de Medellín, y políticamente, la gente dice: «Bueno, la administración está teniendo demasiado respeto, mucha distancia o total independencia con el Concejo, que tampoco ha mandado mensajes sobre la elección del personero de Medellín». Y es que los concejales, que insistimos también en su mayoría llegaron por el partido de gobierno, haciendo campaña contra Daniel Quintero, que hablaron en contra del actual personero de Medellín incluso en el recinto cuando iban como activistas, y ahora fueron de la nada a poner las máximas calificaciones al personero y a votar su reelección.
Y luego, pues, cuando los pillan, cuando lo explican en el acto con las manos en la masa, salen y dicen: «No, es que nosotros no tenemos nada que ver, que eso no somos nosotros, que es una universidad, y que la calificación no entendió», cuando la sociedad enterada está viendo y se dieron cuenta de lo que hicieron y se ven encogidos y no saben qué explicar, y lo único que dicen es que nada tienen que ver, cuando tienen todo que ver.
La furia de la ciudadanía en redes no es gratuita; los cuestionamientos que elevan varios medios de comunicación no son ganas de molestar. Es que nosotros, ni siquiera como medio, estamos dejando una posición sobre el Personero en este editorial; nos estamos apegando a lo que la ciudadanía votó y nos estamos apegando a lo que la ciudadanía espera, y nos estamos apegando a la lógica, a la coherencia, a la consecuencia.
¿Cómo es que concejales que llegaron al poder criticando en la administración pasada, hablando mal del Personero, del contralor y de todo el mundo, y ahora llegan y no, sufren de amnesia y dicen que se reelija al Personero? Situación que se seguí presentando hasta horas antes de la renuncia de William Yeffer Vivas a la aspiración.
Nosotros como medio de comunicación sabemos qué concejales tienen cuotas en la Personería y sabemos el manejo que le ha dado la Personería actual con algunos medios de comunicación a los cuales les han embutido contratos o supuestos medios de comunicación más oficinas extorsivas donde supuestamente hay periodistas para defender al personal.
Sabemos de una concejal de un partido supuestamente de oposición que durante la administración Quintero tenía cuotas allá, y ahora se reeligió y quería mantener sus cuotas. Hay otro concejal de un gran protagonista político antioqueño que fue congresista que fue el encargado de llevar su bancada a la reelección de Personero. Ellos creen que uno no los ve y que eso no se sabe.
Uno sí espera que quienes genuinamente llegaron al poder con un deseo genuino de cambio, un deseo de transformar, eliminar y erradicar las malas prácticas que lo hagan pero, cabalgar sobre la tragedia que tuvo una ciudad para muchos, como lo fue la administración pasada y seguir con lo mismo, eso no tiene sentido y no configura nada distinto a un engaño.
Muy preocupantes son las denuncias que se han revelado sobre ese carrusel de contratos entre ciudades como Cali, el departamento del Chocó, entre el familiar, el tío, el cuñado, la esposa y donde meto $300 millones de pesos para que me defienda.
Eso habla muy mal del manejo que se le ha dado a la Personería de Medellín, de manera que ojalá tengan la decencia de recalificar al Personero, de pedir que el proceso se inicie de nuevo, porque es que el otro que tiene que responder, y con esto cerramos el editorial, es el Politécnico, y responder dudas muy válidas sobre el actual Personero donde paso del puesto 20 al puesto 1, pues es que ni en los Juegos Olímpicos. Entonces que nos cuente la universidad cómo fue ese salto porque casi nunca se ha visto y seguramente muchos quisieran aprenderlo, los gimnastas profesionales.