Los países más peligrosos del mundo se encuentran en el Caribe y algunas naciones de América Latina y África presentan algunas de las tasas de homicidio más altas del mundo, según los últimos datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Jamaica, con una alarmante tasa de 53.3 homicidios por cada 100,000 habitantes, lidera la lista, seguida de cerca por otras naciones isleñas y territorios en la región.
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Países más peligrosos del mundo en América Latina
Panorama general: La prevalencia del crimen organizado, especialmente en relación con el narcotráfico y el contrabando de armas desde Estados Unidos, ha exacerbado la situación de violencia en estos países. Entre los países más peligrosos del mundo estas son las tasas de homicidio más altas registradas en 2022:
- Jamaica: 53.3
- San Vicente y las Granadinas: 40.4
- Trinidad y Tobago: 39.5
- Santa Lucía: 36.7
- Honduras: 35.1
- Sudáfrica: 34.0
- Bahamas: 31.2
- San Cristóbal y Nieves: 29.4
- Belice: 27.9
- Ecuador: 27.0
Por qué es importante: Estos números destacan un problema crítico de seguridad pública que tiene graves repercusiones sociales y económicas, afectando tanto a residentes como a turistas. Por ejemplo, el incremento de la violencia en Jamaica ha llevado al Departamento de Estado de EE.UU. a emitir advertencias de viaje más severas para esa región. Los crímenes violentos, incluidos aquellos en zonas turísticas, siguen siendo un desafío considerable, y la respuesta policial a menudo ha sido ineficaz.
En Sudáfrica, la violencia está arraigada no solo en el crimen organizado sino también en sectores como la minería y la construcción. El país es un punto neurálgico para el tráfico de drogas desde Afganistán hacia Europa, contribuyendo a su alta tasa de homicidios.
Ecuador, que anteriormente ostentaba tasas de homicidio relativamente bajas, ha visto un aumento significativo de violencia, especialmente en 2023, cuando la violencia de las pandillas escaló dramáticamente. Incidentes como la toma de una estación de noticias y el secuestro de policías han marcado un deterioro en la seguridad pública que ha obligado al gobierno a declarar estados de emergencia.
Estas cifras no solo reflejan el estado actual de países más peligrosos del mundo, desde la inseguridad hasta la urgente necesidad de una estrategia más efectiva y coordinada para combatir el crimen organizado y mejorar la seguridad ciudadana. Las consecuencias de no abordar estos desafíos son devastadoras y requieren una atención inmediata tanto a nivel nacional como internacional.
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